Señor,¿salímos juntos al parque?

Acaba de iniciar el invierno como tal, comienza el frío y extraño algo que debe cambiar de método en esta otra estación digamos así y es buscar tener una comunicación con Dios de forma relajada y diferente. El verano pasado una de las cosas que mas me gusto fue ir al parque (mas parece bosque que parque) con una colina donde se mira a vista panorámica la cuidad de Milán.

Pero este año que descubrí este lugar fue algo especial para mí por muchas razones. Encontré un lugar cerca para correr, o intentar practicarlo porque no soy muy bueno, no quiero presumir algo que no soy, y también un lugar de esparcimiento y reflexión. Estamos en nuestros ministerios con mil y una cosas y sabes escuchando a un predicador, algo que me llamo mucho la atención fue cuando el platicaba de como dedicaba tiempo a su hijo para construir una relación con el, entre ellos salir al parque a caminar, platicar con el, compartir valores con el, divertirse y jugar. He visto que la mayoría de los Italianos llevan a sus hijos a que jueguen con ellos y a divertirse un poco. Sentí que esa parte no estaba muerta en mi viendo para atrás pero si sentí el deseo de que Dios estuviera ahí, llevando mi iPod corrí varias veces bajo el sol que era suavizado por las hojas de los arboles. Muchas veces me he frustrado de cansarme rápido. No es que coma mucho, no tengo sobre peso pero no me considero de mucha resistencia. Requiere constancia la verdad y coraje y uno de varios errores es dejar un tiempo prudencial para mantener el habito. De hecho cuando corres y dejas pasar un buen tiempo sin hacerlo te va a costar más.

¿No son así las relaciones? ¿No es así la relación con Dios? Sientes que Dios esta como: «Bueno y que te acordaste mi hijo… ya era hora mi hija…»  Uno dentro de si se convence cuando uno «no siente» la presencia de Dios y esta así como esperando a ver si esta como enojado. Muy similar a lo que hacíamos con papá cuando hacíamos alguna travesura, ¿No?

En estos tiempos de no solo correr, sino de simplemente orar caminando en el parque (mirando aveces si alguien me veía para que no pensara que estaba bien loco) pude sentir al Señor, lo puede escuchar no solo en las alabanzas que ando y en las predicaciones que escucho sino en la naturaleza que desconecta un poco de tanto edificio y calles, trenes y gente corriendo. Pude sentir que se divertía conmigo, sentí que caminaba con el pero lo mas importante tenia la convicción que así era… El es real. ¿No es curioso que un parque es el lugar ideal para salir con nuestra novio(a)? ¿Porque no con el Señor? ¿Esta solo en las cuatro paredes llamado «Iglesia»?

De hecho luego me iba a contestar mis correos del ministerio y compartía de lo que Dios me susurraba. «Dile a fulano esto y esto…» «Recuerda esto en este caso te conviene…» y no necesariamente una voz audible pero sencillamente SE que su voz era y es real cuando viene esa revelación y conocimiento. Salir a correr en grupos o en parejas ayuda muchísimo según los expertos, se suele platicar mientras se hace el ejercicio y es una forma de comunión especial y entusiasma mas a la persona que hacerlo solitario.

Dios quiere platicar contígo cuando gustes, ¿Sale?

Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre y su esposa oyeron al SEÑOR Dios caminando por el huerto. 

Génesis 3: 8a NTV

Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo. 

2 Crónicas 16: 9a BLA

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